El senderismo disminuye el riesgo cardiovascular
Caminando el riesgo de enfermedad cardiovascular.
01/07/2013
El senderismo no solo le brinda una buena oportunidad para pasar su tiempo libre en la naturaleza, sino que también es saludable. Puede reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular. Especialmente las personas mayores pueden beneficiarse de su salud.
Baja frecuencia cardíaca y presión arterial
La Asociación Federal de Cardiólogos Establecidos (BNK) señala que las caminatas son buenas para el corazón y la circulación. El rendimiento de 50 a 150 vatios durante varias horas mientras se camina en la naturaleza, entrena el músculo cardíaco, aumenta su volumen de brazada y mantiene los vasos sanguíneos elásticos. El pulso y la presión sanguínea se reducen..
Especialmente para personas mayores
Según BNK, el senderismo es especialmente útil para la salud de las personas mayores de 60 años. El músculo se reduce más rápido con la falta de ejercicio a medida que aumenta la edad. Es por eso que las personas mayores son más propensas a quedarse sin aliento y ganar peso más rápido. Ambos son una tensión en el corazón..
Dos fáciles paseos a la semana.
Un estudio realizado por el Instituto de Diagnóstico de Desempeño y Promoción de la Salud (ILUG) de la Universidad de Halle-Wittenberg mostró que incluso aquellos que apenas habían estado activos se beneficiarían de dos fáciles aumentos por semana en su vejez. Los participantes, que deberían estar empleados y físicamente inactivos, caminaron distancias entre 3.8 y 5.6 kilómetros. Esto tuvo un efecto positivo sobre la presión arterial, la frecuencia cardíaca y el peso corporal..
Fortalecer el corazón a través del entrenamiento cardiovascular.
Incluso si la enfermedad cardíaca ya está presente, caminar puede ser una forma de hacer entrenamiento cardíaco. Al ir de excursión, no solo los músculos están entrenados, sino que también tiene efectos positivos en los vasos y se fortalece además del sistema inmunológico. Especialmente en las tierras bajas, es posible caminar casi sin riesgo. Sin embargo, se recomienda precaución cuando la ruta incluye montañas más empinadas y en altitudes más altas donde el aire se vuelve más delgado. La condición de entrenamiento y la enfermedad previa del paciente juegan un papel importante aquí. Una montaña empinada o el adelgazamiento del aire pueden llevar a una sobrecarga del corazón. En cualquier caso, durante toda la caminata, ya sea en las tierras bajas o en las montañas, una conversación sin dificultad debería ser siempre posible. (Ad)
De archivo: Julien Christ