La vida en la guerra 87 millones de niños en todo el mundo no conocen la paz.
Millones de niños en todo el mundo viven en zonas de crisis y de guerra donde enfrentan conflictos cotidianos, violencia y otras experiencias traumáticas. "En todo el mundo, 87 millones de niños menores de 7 años solo conocen el conflicto", según la última publicación del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF. Esto tiene profundas consecuencias para el desarrollo de los niños..
El desarrollo infantil está determinado en gran medida por el entorno en el que los niños crecen. Según informes de UNICEF, más de 86.7 millones de niños a la edad de 7 años han pasado la vida en zonas de conflicto, lo que también pone en peligro el desarrollo de su función cerebral. Hay graves consecuencias de por vida para el desarrollo cognitivo, social y físico, según la última publicación del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia..
Millones de niños en todo el mundo viven en zonas de conflicto y, por lo tanto, corren peligro en su desarrollo. (Foto: route55 / fotolia.com)Desarrollo del cerebro en peligro.
Según UNICEF, los niños nacen con alrededor de 253 millones de neuronas en funcionamiento. Pero si el cerebro alcanza su capacidad adulta total de alrededor de mil millones de neuronas depende en gran medida del desarrollo de la primera infancia. Esto está significativamente influenciado por factores como la lactancia materna y la nutrición, el contacto con los cuidadores, las oportunidades de aprendizaje y la oportunidad de crecer y jugar en un entorno seguro y saludable. Durante los primeros siete años de vida, el cerebro de un niño tiene el potencial de activar hasta 1,000 células cerebrales por segundo, y cada una de estas células (conocidas como neuronas) puede conectarse a 10,000 neuronas más por segundo, informa UNICEF. Las conexiones resultantes en el cerebro sirven como bloques de construcción para el futuro de un niño e influyen en su salud, bienestar emocional y capacidad de aprendizaje..
El estrés inhibe la conexión de las células del cerebro.
La vida en zonas de conflicto a menudo se asocia con experiencias extremadamente traumáticas para los niños y el peligro siempre presente los pone en un estado de estrés persistente. Este "estrés tóxico inhibe las conexiones de las células cerebrales, con importantes consecuencias de por vida para el desarrollo cognitivo, social y físico", enfatiza UNICEF. Vivir en zonas de conflicto "roba a los niños su seguridad, familiares y amigos", dice Pia Britto, experta en desarrollo infantil de UNICEF. Incluso el juego del niño y el desarrollo de una rutina diaria no son posibles. "Todos estos son elementos que brindan a los niños la mejor oportunidad de un desarrollo saludable y un aprendizaje efectivo para que luego puedan contribuir a la sociedad y ayudar a construir comunidades fuertes y seguras cuando alcancen la edad adulta", continuó Britto.
Las cifras de UNICEF muestran que a nivel mundial, uno de cada once niños menores de siete años crece en una zona de conflicto. "Además de las amenazas físicas inmediatas que enfrentan los niños en áreas de crisis, también corren el riesgo de tener cicatrices emocionales muy arraigadas", explica Pia Britto. Por lo tanto, es imperativo que se creen espacios seguros y amigables para los niños en las áreas de crisis para facilitar un sentido de la infancia en medio de las zonas de conflicto. (Fp)