Estudio del investigador El consumo moderado de alcohol puede proteger el cerebro del daño cognitivo

Estudio del investigador El consumo moderado de alcohol puede proteger el cerebro del daño cognitivo / Noticias de salud
Los médicos están estudiando el efecto protector del vino en el cerebro humano.
En los últimos años ha habido muchas opiniones diferentes sobre el impacto del vino en nuestra salud. Los investigadores ahora encontraron que el vino parece tener un efecto protector en el cerebro humano. El efecto debe describirse como un tipo de efecto antienvejecimiento para el cerebro..


Investigadores del Instituto de Investigación en Ciencia de los Alimentos de Madrid descubrieron que el vino tinto ayuda a retrasar la aparición de deterioro cognitivo en el envejecimiento y las enfermedades neurodegenerativas. Los expertos publicaron los resultados de su estudio en la revista "Frontiers in Nutrition"..

Seguramente a muchas personas les gusta beber vino tinto porque les gusta el sabor. Sin embargo, los investigadores médicos han encontrado en un estudio reciente que el vino también puede tener un efecto protector en el cerebro humano. El consumo moderado de la bebida podría incluso proteger contra enfermedades neurodegenerativas. (Imagen: contrastwerkstatt / fotolia.com)

El vino tinto con polifenol antioxidantes frena el deterioro cognitivo
Los autores del estudio escribieron que el consumo moderado de vino tinto con los llamados antioxidantes polifenoles, especialmente como parte de una dieta mediterránea, puede frenar el deterioro cognitivo. Esto también podría ser ventajoso en enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson y la enfermedad de Alzheimer. También hay una sustancia en el vino tinto y el chocolate que parece prevenir la pérdida de memoria relacionada con la edad. Los investigadores afirman que esta sustancia se conoce como resveratrol.

Expertos investigan el efecto neuroprotector del vino.
Para comprender los mecanismos moleculares detrás del efecto neuroprotector del vino, los médicos españoles analizaron ciertos compuestos una vez que el vino había pasado por el intestino humano. Estos compuestos se encuentran en la orina y las heces de las personas, y cuando consumen vino regularmente, los investigadores agregan.

El vino parece proteger el cerebro de los efectos negativos del estrés.
Para estudiar los efectos de estos metabolitos en el cerebro humano, los compuestos se agregaron a las células humanas en condiciones de estrés. Esta situación era comparable a las fases iniciales de ciertos trastornos neurodegenerativos, explican los científicos. Se ha demostrado que los metabolitos del vino protegen a las células de la muerte como resultado de condiciones de estrés..

La microbiota intestinal individual afecta el efecto neuroprotector.
La composición exacta de los metabolitos del vino influye en el efecto neuroprotector, explican los médicos. Esta composición depende de la composición de la microbiota intestinal individual. En otras palabras, los autores agregan que el vino se descompone en diferentes metabolitos según la flora intestinal de cada individuo. Esto apuntala la idea de que diferentes personas pueden beneficiarse de sus alimentos de maneras muy diferentes, explica el Dr. Dr. Esteban-Fernández del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación de Madrid..

Diferentes personas se benefician de manera diferente de su comida.
El experto agrega que esta diferencia individual es un factor que no es despreciable cuando queremos comprender los efectos en la salud de ciertos alimentos. Los resultados muestran que existe una necesidad urgente de avanzar en la comprensión de los efectos de los alimentos en la función cerebral. Esteban-Fernández continúa.

La nutrición adecuada puede prevenir enfermedades y la degradación de la salud.
El estudio actual confirma que la nutrición debe considerarse como un factor importante en la salud y la prevención de enfermedades. Los antioxidantes de acción particularmente beneficiosos se encuentran principalmente en las frutas y verduras de colores como los albaricoques, las zanahorias, las batatas, los pimientos y las verduras de hoja verde, según los autores. (As)