Las placas de los investigadores del Alzheimer protegen el cerebro de las infecciones.

Las placas de los investigadores del Alzheimer protegen el cerebro de las infecciones. / Noticias de salud
La enfermedad de Alzheimer no solo tiene efectos negativos en el cuerpo.
Expertos de todo el mundo intentan comprender mejor la enfermedad de Alzheimer para encontrar formas más efectivas de tratarla y prevenirla. Los investigadores ahora han descubierto que un fragmento de proteína que se encuentra en la enfermedad de Alzheimer puede formar placas pegajosas alrededor de las neuronas en nuestro cerebro, pero también puede tener efectos beneficiosos en nuestra salud. Beta-amiloide (ß-amiloide) parece proteger nuestro cerebro de algunos patógenos.

Las enfermedades degenerativas representan una gran amenaza para nuestra salud. Los investigadores del Hospital General de Massachusetts (MGH) descubrieron en un estudio que el villano clásico de la enfermedad de Alzheimer, un fragmento de proteína llamado ß-amiloide, no es solo negativo Tiene efectos sobre el cuerpo y la mente. Aunque el fragmento de proteína ahoga nuestras neuronas, también parece proteger nuestro cerebro de los patógenos. Los médicos publicaron los resultados de su estudio en la revista "Science Translational Medicine"..

La enfermedad de Alzheimer es una condición grave que conduce a la pérdida de capacidades cognitivas. La enfermedad produce placas pegajosas alrededor de las neuronas en nuestro cerebro. Estos depósitos no parecen tener solo efectos negativos. (Imagen: Juan Gärtner / fotolia.com)

Estudio sobre gusanos y ratones trae resultados sorprendentes
En la enfermedad de Alzheimer, el fragmento de proteína ß-amiloide forma placas pegajosas alrededor de las neuronas de nuestro cerebro, explican los médicos. Un nuevo estudio sobre ratones y gusanos apoya la hipótesis muy controvertida de que estas placas también pueden tener efectos beneficiosos en nuestro cuerpo. Al parecer, estos depósitos son capaces de proteger nuestro cerebro de la amenaza de patógenos, explican los autores. Los hallazgos del estudio pueden proporcionar nuevas formas de prevenir enfermedades degenerativas mortales en el futuro, dicen los expertos. Los depósitos de beta-amiloide también pueden dañar muchos otros órganos además del cerebro, como el corazón, el hígado y los riñones, dice el neurocientífico Rudolph Tanzi, del Hospital General de Massachusetts.

ß-amiloide 100 veces más mortal que la penicilina para algunos microbios
Hace seis años, Tanzi y el neurocientífico Robert D. Moir decidieron probar si el β-amiloide se comporta de manera similar a una clase de proteínas con propiedades positivas conocidas (llamadas péptidos antimicrobianos o AMP). Algunos AMP también forman fibras alrededor de las células, pero las usan para atrapar y matar microbios en todo el cuerpo. Para ver si el ß-amiloide funciona de manera similar, el equipo de laboratorio probó la reacción con varios microbios diferentes. Estos incluyen, por ejemplo, Candida albicans, bacterias como Escherichia coli y varias cepas de estreptococos, explican los autores. La proteína maligna era tan tóxica para muchos patógenos como las AMP positivas. De hecho, fue más de 100 veces más mortal que la penicilina contra algunos microbios, dice Moir del Hospital General de Massachusetts.

Estudio: en animales, el beta-amiloide en realidad protege contra patógenos
Según Tanzi, por primera vez en animales, el nuevo estudio muestra que el beta-amiloide puede realmente proteger contra los patógenos. Los investigadores utilizaron ratones que fueron diseñados genéticamente para producir niveles excesivos de la versión humana de β-amiloide. Luego los científicos inyectaron los cerebros de la bacteria salmonela roedores. Estos normalmente deberían causar una infección, dicen los expertos. Luego, los médicos observaron si los ratones con ß-amiloide adicional tenían una mejor defensa contra los microbios. Todos los ratones de prueba murieron dentro de las 96 horas. Sin embargo, se encontró que los ratones con amiloide humano perdieron menos peso, tenían menos bacterias en el cerebro y vivían hasta 30 horas más, explicaron los investigadores. A continuación, los científicos probaron su hipótesis sobre el gusano Caenorhabditis elegans. Los gusanos con una cepa de ß-amiloide genéticamente modificada en su intestino sobrevivieron hasta 3 días más después de la exposición a la salmonela y la levadura, agregan los médicos.

Las placas de amiloide pueden comportarse como un péptido antimicrobiano
Los ratones más viejos usualmente no producen placas amiloides más tarde en la vida. Sin embargo, los ratones jóvenes forman depósitos tan pegajosos inmediatamente después de la infección por Salmonella, dice Tanzi. El hecho de que el amiloide pueda comportarse como un péptido antimicrobiano es verdaderamente sorprendente y podría abrir una nueva perspectiva sobre la enfermedad de Alzheimer. Quizás un patógeno microbiano podría causar la formación de placas en el Alzheimer. Para explicar la claridad, los médicos tendrían que estudiar el tejido cerebral de muchas personas que han muerto previamente de la enfermedad de Alzheimer, explican los investigadores. Luego tendrían que buscar diferentes patógenos y determinar si los microbios están rodeados por las llamadas placas de amiloide, agrega el Dr. Tanzi añadió.

Docenas de estudios previos ya habían buscado agentes infecciosos que podrían desencadenar el Alzheimer. Estas investigaciones no fueron lo suficientemente sistemáticas para identificar a un verdadero culpable, explica Tanzi. Si los científicos descubren que ciertos microbios en el cerebro humano actúan como un desencadenante de la deposición de amiloide, se pueden desarrollar anticuerpos diseñados específicamente para prevenir esta reacción. Si los ß-amiloides cumplen una importante función protectora en nuestros cerebros, podría tener sentido tratar el fragmento de proteína como el colesterol, dicen los expertos. Todas las células necesitan el colesterol, pero con el colesterol alto puede tener consecuencias peligrosas para nuestro cuerpo. Así que tal vez el beta-amiloide solo deba ser frenado y controlado, pero de ninguna manera completamente destruido, especulan los autores. (As)