Los estudios de sobrepeso alteran negativamente el genoma.

Obviamente, el genoma humano puede verse influido por el sobrepeso. Esto sugiere un estudio internacional dirigido por Helmholtz Zentrum München e Imperial College London, que involucró a más de 10,000 europeos. Los científicos examinaron las posibles relaciones entre la obesidad y los cambios epigenéticos. Tomaron muestras de sangre y determinaron el índice de masa corporal (IMC). El IMC es una medida común del peso corporal y proporciona la relación entre el peso (en kg) y la altura (en metros cuadrados).
Si bien los genes en sí apenas cambian, el estilo de vida puede afectar directamente el entorno de la información genética almacenada. Esto también incluye un peso corporal demasiado alto, que a menudo se asocia con complicaciones como diabetes, enfermedades cardiovasculares y metabólicas..

Específicamente, el equipo de científicos examinó en qué puntos del ADN estaban los llamados grupos metilo. Estos son pequeños grupos químicos que regulan la accesibilidad de ciertos genes. Dichos cambios en el epigenoma (que describe todos los estados alrededor de los genes) hacen que los genes se lean más o menos sin que la información almacenada cambie. De esta manera, las células pueden controlar cuándo se producen qué proteínas y en qué cantidades.
La evaluación de los datos ha demostrado que un IMC excesivamente alto en 187 sitios del genoma conduce a cambios epigenéticos. Estos fueron, sobre todo, los genes responsables del metabolismo de los lípidos y la transferencia de masa. También afectó a los genes implicados en los procesos inflamatorios. Investigaciones posteriores han demostrado que la mayoría de estos cambios no fueron la causa, sino el resultado del sobrepeso. Lo mismo sucedió con el epigenoma de las células en el tejido adiposo. Los marcadores epigenéticos podrían incluso identificarse para evaluar el riesgo de diabetes tipo 2.
La investigación en esta área continuará, escriban los científicos en la revista "Nature". Se deben examinar otros tejidos biológicamente relevantes. Un objetivo a largo plazo es utilizar este conocimiento previo para predecir y posiblemente prevenir la diabetes tipo 2 y otras consecuencias de la obesidad. Heike Kreutz, ayuda