Alergia o intolerancia alimentaria ¿Cuál es la diferencia?

Alergia o intolerancia alimentaria ¿Cuál es la diferencia? / Noticias de salud

A menudo no hay alergia a los alimentos

Uno de cada cinco estadounidenses cree que es alérgico a ciertos alimentos. Sin embargo, esta sospecha se confirma médicamente solo al diez por ciento. Presumiblemente muchos enfermos no sufren de una alergia, sino de una intolerancia alimentaria. Este es el resultado de un estudio reciente que evaluó datos de más de 40,000 adultos de mediana edad en los Estados Unidos.

Una alergia es una reacción exagerada del cuerpo a ciertos alimentos como el maní o el pescado. Es una reacción de defensa mediada por el sistema inmune a pequeños bloques de construcción de proteínas, los llamados alérgenos. Se produce sensibilización y el cuerpo forma anticuerpos específicos. El contacto renovado puede causar reacciones en la piel, como urticaria, al shock anafiláctico.

Aquellos que regularmente tienen que lidiar con molestias gastrointestinales, pueden sufrir de intolerancia a la lactosa (intolerancia a la lactosa) o fructosa (absorción de fructosa). En una intolerancia alimentaria, el sistema inmunológico no está involucrado. La mayor parte del proceso metabólico se altera. En el caso de la intolerancia a la lactosa, por ejemplo, la enzima lactasa falta, por lo que el azúcar de la leche no puede o no puede ser suficientemente desglosado.

En Alemania, las cifras son similares a las de los Estados Unidos. En este contexto, no tiene sentido evitar únicamente la sospecha de alimentos. Esto reduce la calidad de vida y aumenta el riesgo de deficiencia de nutrientes. "Si sospecha de una alergia alimentaria, debe acudir al especialista", aconseja Harald Seitz, nutricionista del Centro Federal de Nutrición (BZfE, por sus siglas en inglés). Para un correcto diagnóstico, primero se registra la historia de la enfermedad. Solo después de los exámenes de la piel y la sangre y los procedimientos dietéticos sigue una recomendación nutricional. "En caso de alergia, la comida debe evitarse estrictamente, ya que incluso los rastros pueden causar reacciones peligrosas. En contraste, las pequeñas cantidades no suelen ser un problema si son incompatibles ", explica Seitz. Los productos sin gluten y sin lactosa solo tienen un beneficio para la salud si hay un hallazgo médico para la enfermedad celíaca o intolerancia a la lactosa. "Los productos libres son significativamente más caros y no más saludables en sí mismos", dice Seitz. Heike Kreutz, bzfe